Algunas marcas han sido reconocidas por la fabricación exclusiva de motocicletas de competencia, en el caso de Husqvarna, en las categorías de Enduro, Motocross y Supermoto. No obstante, el crecimiento del motociclismo a nivel mundial y la alianza con otras marcas, ha tentado a muchos de los «exclusivos», a fabricar motos de calle. La Husqvarna Svartpilen 401 es la apuesta Neo Scrambler de la marca Sueca que ahora forma parte del grupo KTM.
No es la primera vez que Husqvarna incursiona en el mercado de calle, mientras fue parte del grupo BMW presentó la Nuda 900, una moto radical que no pasó inadvertida pese a su corta vida. Ahora, siendo parte de KTM que a la vez tiene un join venture con Bajaj en India, se vale de su experiencia con las KTM Duke 390 para desarrollar sobre esta base la interpretación de Husqvarna para el mercado de calle. Así nacen dos ejemplares con mucha personalidad, estilo y el picante del monocilíndrico austriaco.
ESTÉTICA
Tal vez una de las motos neo clásicas mejor logradas, un concepto actual que le imprime gran personalidad para ser un objeto de deseo y satisfacer la demanda de motos con estilo y gran personalidad. De líneas minimalistas, pocos plásticos y la combinación de elementos de apariencia retro como la farola redonda, con tecnología de punta como la iluminación led, además de un aspecto doble propósito pocas veces visto en motocicletas de esta categoría. La Svartpilen es de cortas dimensiones pero su asiento va a 835mm del suelo, con un manillar ancho, un depósito de combustible plano que integra un sobre depósito en plástico para el anclaje de la maleta exclusiva para este modelo. Equipa un cuadro de instrumentos digital de una sola esfera con toda la información que necesitas y hereda algunos datos de las motos de competición como horas de uso total y parciales. El asiento es duro, angosto y plano, con poco espacio para el acompañante que deberá ir muy pegado al piloto, atrás va un pequeño alerón que sirve para sujetarse.
Monta llantas Pirelli Scorpion Rally, unos cauchos mixtos que le confieren esa apariencia on/off que la hacen ver ruda, agresiva a pesar de su minimalismo pero a la vez muy segura pues pegan muy buen al asfalto. Se destacan las líneas rectas y superficies planas, las vemos en los laterales del depósito de combustible adornadas con el logo de Husqvarna además de unos detalles en amarillo limón para la única versión disponible. Svartpilen traduce Flecha negra.
MOTOR
Heredado de la KTM Duke 390, es un motor del que hay poco por decir, de brillantes prestaciones, muy buena respuesta a bajo régimen y una buena estirada para lograr superar los 160 kilómetros por hora de velocidad máxima. Se destaca la precisión y suavidad de la caja de 6 velocidades que incorpora slipper clutch para evitar el bloqueo de la rueda trasera al bajar marcha en alto régimen. Aunque es refrigerada por líquido, el calor que emite el radiador es mucho menor que el que sientes en la KTM, un aspecto mejorado frente a su hermana naranja.
EN MARCHA
Sobre la Svartpilen vas en una posición un poco adelantada, nada radical pero ligeramente tumbado hacia adelante, una postura casi natural que solo es interrumpida por la dureza del asiento. Se nota el cuidado por los detalles y la buena calidad de manufactura, el cuadro de instrumentos te da la bienvenida y los comandos son iluminados (herencia Bajaj). El bonito escape genera un agradable sonido que se intensifica a medida que el motor sube de vueltas, y lo mejor, es que lo hace rápido y con naturalidad, es una moto que se disfruta en alto régimen sin ser aburrida en la parte baja del tacómetro. En la ciudad es una ratonera que solo reduce su agilidad por el escaso radio de giro del manillar, empuja con decisión desde abajo y si quieres ir relajado no tienes problema pero es difícil ya que la moto te invita a jugar, sales en la punta en cada semáforo y te permite socializar mientras la luz está en rojo, es algo a lo que debes acostumbrarte porque en cada parada escucharás ¿qué moto es esa?.
Las carreteras rurales y de montaña son su hábitat, aunque es una moto para disfrutar en solitario, puede llevarte por cualquier vía, on y off, pues aunque sus pretensiones no son de endurera, fuera del asfalto se desenvuelve muy bien. Equipa una parte ciclo de primer nivel compuesta por un chasis multitubular de acero al cromo molibdeno de alta resistencia, motor autoportante y suspensiones WP en ambos trenes, invertida adelante con barras de 43 mm y monoamortiguador con regulación en precarga atrás. Los frenos de 320 mm con pinza 4 pistones adelante y de 230 mm con pinza de un pistón atrás, con sistema ABS desconectable, suaves, dosificables y de excelente mordiente y tacto.
La conducción en alto régimen se siente muy segura, el tarado de serie de las suspensiones permiten trazar curvas rápidas con precisión sin que la moto navegue y a la vez «comiéndose» cuanto bache se encuentre en el camino sin que llegue a tope, es muy fácil de llevar, liviana y ágil, y con un motor que te sacará más de una sonrisa pues aunque sus dimensiones son compactas, se enfrenta sin temores ante motos de mayor tamaño y cilindrada mostrándoles su hermoso stop y el bonito portaplaca ubicado abajo, en el basculante, dejando libre es espacio entre el colín y la rueda.
La Husqvarna Svartpilen no es una moto pensada para viajar ni está hecha para el día a día en ciudad, es un auténtica fun bike para ofrecerte los momentos más divertidos a bordo dentro y fuera de la ciudad, en asfalto o fuera de él y con el mejor estilo y personalidad.