Resucitando un concepto que nació en 1962 casi que exclusivamente para el mercado norteamericano, Ducati se inspira en el pasado para crear una moto que, sin encasillarse en ninguno de los segmentos existentes, se ha convertido en la superventas de la marca y uno de los vehículos con mayor personalidad del mercado.
UN POCO DE HISTORIA
La primera Scrambler de Ducati cubicaba 250 cc, con estética dirt-track, fue exitosa en el mercado del norte y desarrollada por la marca bajo petición de Berliner Motor Company, el importador de Ducati en EE.UU en los años 60. Para Europa llega una segunda generación y se mantiene en producción hasta 1976, disponible en cilindradas 50, 100, 125, 250, 350 y 450. Ducati ha sabido traer de vuelta un ícono de la historia adaptado correctamente a las necesidades actuales del mercado, esta vez en cuatro versiones para la 800: Icon, Classic, Full Throttle y Urban Enduro y una sola versión para la 400: Sixty2.
Cuando se presentó al público a finales de 2014, el concepto fue claro, sería la moto de acceso a la marca, algo así como el reemplazo a la Monster 696 ya que desde entonces la Scrambler es la única referencia de Ducati en montar el propulsor Desmo refrigerado por aire. La tarea ha sido bien hecha ya que además se presenta como una segunda marca del fabricante italiano, enfocada a una nueva generación que busca estilo de vida antes que las altas prestaciones a las que nos tiene acostumbrados Ducati.
SCRAMBLER SIXTY2
La versión más pequeña, y presentada este 2016, es prácticamente idéntica a la 800, con ligeros cambios estéticos y un motor reducido a 399 centímetros cúbicos que produce 41 CV. La Sisty2 es la respuesta de la marca a la demanda del mercado por un vehículo con la misma personalidad de la 800, pero que se pueda conducir con el carnet de «coche» en los países europeos, que son los mayores consumidores de esta referencia además del público femenino que cada vez opta más por las motos de marchas.
Se diferencia de la 800 por sus colores, naranja, gris o negro y la simplicidad de algunas soluciones como la suspensión delantera que en este caso es convencional, el portaplacas colgado del colín, un disco delantero de menor diámetro (320 mm), los escapes, el menor ancho de la rueda trasera y algunos apliques en aluminio en los laterales del motor. Lo demás, ergonomía y dimensiones son prácticamente calcadas lo que nos da una referencia de su comportamiento, pues si la 800 es fácil de llevar y maniobrable en el tráfico, con la Sixty2 puedes hacer cualquier cosa.
El motor bicilíndrico con distribución desmodrómica entrega la potencia de manera lineal, no es muy briosa en bajas revoluciones pero la estirada en cada marcha asegura una buena velocidad final y un comportamiento intachable en todo momento.
Scrambler 800
Con cuatro versiones que se diferencian por la estética y decoración, la Scrambler 800 fue la prinmera en salir a la calle. La versión que tuvimos en prueba fue la Icon, una moto de diseño minimalista, líneas simples pero detalles que la destacan y llenan de personalidad como la inscripción «born free 1962» en el tapón del depósito, manillar alto, cuentarevoluciones con dígitos a la inversa, tanque de combustible metálico con apliques laterales en aluminio y farola redonda en Leds.
El motor deriva de la Monster 796 pero ha sido modificado para suavizar la entrega de potencia y hacerla más accesible a un público más amplio, incluso sin experiencia. La potencia es 12 caballos menor, ahora 75 CV pero el par motor es mejor en bajo y medio régimen facilitando su uso en el tráfico diario. Las dimensiones reducidas, bajo peso (186 kg en orden de marcha) y un asiento de solo 790 mm, la hacen de muy fácil acceso y maniobrable a baja velocidad, además, el manillar alto permite una posición de manejo natural y relajada, lo que ayuda a adaptarse a ella con rapidez. No obstante, el motor cuenta con suficientes bríos para satisfacer a pilotos exigentes, es muy rápida desde parado y la caja de 6 velocidades permite transmitir esa aceleración a la rueda trasera con precisión y seguridad. Monta de serie neumáticos mixto Pirelli MT 60 RS que en carreteras off road permiten un buen agarre pero a la vez son los suficientemente suaves para pegarse al asfalto y lograr inclinaciones sin temor a perder la adherencia. Las Scrambler en todas sus versiones equipan de serie sistema de frenos ABS y en las 800, embrague antirebote.
Las Scrambler no son las mejores ruteras, endureras ni deportivas pero todo lo hacen bien, eso sí, a buscar una buena pinta, un casco de época y unas gafas de sol, y a fortalecer el trasero porque si las usas para viajar, en pocas horas el asiento pasa cuenta de cobro.
Ducati vuelve a marcar con su nueva marca Scrambler, vehículos modernos que evocan el pasado y son capaces de crear un estilo de vida alrededor, y a la vez cumplen como vehículos divertidos, funcionales y con personalidad.
Aunque la diferencia en prestaciones, equipamiento y acabados es evidente, no lo es así el costo de venta, pues mientras la 800 inicia en $47.900.000, la Sixty2 está en $43.500.000, lo que reduce el número de usuarios para la más pequeña en nuestro mercado, donde no hay políticas establecidas para cilindrada o potencia para las licencias de conducción.