La tradicional marca de origen inglés, Royald Enfield, nos tiene acostumbrados a motos de época, y aunque ese sabor a que todo tiempo pasado fue mejor es una de sus premisas, no es obstáculo para demostrarnos que sin perder su esencia, esta marca puede hacer una moto actual, con características especiales para nuevos usuarios y sobretodo, en mi concepto, una moto ganadora en una liga completamente nueva.
Es difícil encontrar una moto que haga bien todo y con esto me refiero a que por lo general uno se queda esperando algo más, siempre falta algo, pero la Himalayan de Royal Enfield es de esas que entre más la usas, más la disfrutas y más te sorprende. Para empezar, la Himalayan no vibra, difícil de creer pero así es, el motor que monta está desarrollado desde ceros y aunque no es refrigerado por agua, pero cuenta con un radiador de aceite, es un motor con una construcción clásica pero que apela a las últimas tecnologías en desarrollo de partes y el primero de la marca en montar contrabalanceador. Cuenta con 411 centímetros cúbicos con un eje de levas en la culata y desarrolla 25 caballos de potencia, una cifra que para algunos es poca pero la alcanza a solo 6.500 revoluciones por minuto, y un par motor de 32 Nm entre 4.000 y 4500 rpm lo que significa que esta moto empuja duro, no tiene una gran estirada pero haciendo los cambios con agilidad nos divertiremos de verdad.
Desde las 3.000 vueltas se siente la respuesta y podemos llevarla hasta la parte roja del cuentarrevoluciones con bajas vibraciones ya que el eje balanceador trabaja a la perfección y nos deja disfrutar el viaje sin sentir movimientos incómodos. La Himalayan es alimentada por un carburador que está acorde con la filosofía se esta moto y que no desmerece para nada, se comporta muy bien en todo el rango de potencia y el encendido de la moto es muy fácil inclusive en frío sin necesidad de utilizar el choke para esta maniobra. La caja de cambios es de 5 velocidades con una primera larga que permite circular a baja velocidad en los trancones de la ciudad o en difíciles subidas fuera de la carretera, en pisos lisos o con piedras, inclusive es capaz de arrancar en situaciones extremas en donde muestra todo su potencial de moto aventurera preparada para grandes viajes. Los cambios son escalonados y de muy buen tacto, el embrague se acciona por guaya y su velocidad final puede estar por encima de los 130 kilómetros por hora a régimen máximo de vueltas del motor en quinta marcha.
El chasis es un doble cuna en acero de estructura tubular desarrollado por Harris Performance, compañía inglesa especializada en este tipo de productos. La suspensión delantera es una horquilla convencional de 41mm de diámetro y 200 mm de recorrido y la trasera en un basculante doble con mono amortiguador de 180 mm de recorrido, estos elementos le dan un aplomo importante y una rigidez torsional que se agradece, pues la moto se comporta muy bien y no hace movimientos bruscos o inesperados dándole al piloto una sensación de mucho control. Equipa llantas con un labrado mixto y de buen agarre tanto en carretera como fuera de ella, el diámetro de los rines es de 21 pulgadas adelante y 17 atrás, monta freno de disco en las dos ruedas con un tacto fácil de entender desde la primera frenada. Esta configuración deja ver claramente la vocación trail de la moto, ya que en este apartado la comodidad de marcha es destacable y genera de inmediato el deseo de planear una gran aventura a bordo.
El manillar de la Himalayan está a una buena altura ya sea para manejarla sentado o de pie, en vías secundarias o fuera de la carretera. Esto nos brinda tranquilidad al podernos desplazar incluso a velocidades importantes en destapados siempre controlando la moto con un muy buen apoyo en los posa pies y en el manubrio, accediendo fácilmente a todos los controles. El asiento es suave, cómodo y está a tan solo 800mm del suelo, esto garantiza que cualquier piloto pueda llegar al piso con los pies sin hacer maromas. Las estriberas son metálicas pero tienen una cubierta de caucho de muy buen agarre que se puede quitar si el piloto lo desea, en mi caso funcionó perfecto en la trocha con los cauchos, nunca perdí el agarre y esto ayuda a mitigar las pocas vibraciones residuales en los pies. El pedal del freno es robusto y fácil de encontrar en cualquier situación de manejo, el tablero tiene algo de inspiración automotriz y es bastante completo con cuatro relojes circulares que son fáciles de leer y de buen terminado, con un velocímetro que incluye pantalla digital, cuenta revoluciones, medidor de gasolina y una brújula, algo inusual, pero que acentúa el espíritu aventurero de nuestra invitada. El depósito de combustible es de 15 litros lo que teóricamente le da una autonomía de más de 350 kilómetros y cuenta con llave de reserva. Para finalizar este apartado, la Himalayan tiene un cúpula frontal regulable con 2 tornillos que cumple bien su función y que le da un look de moto de aventura.
La Himalyan deja muy bien parada a Royal Enfield ya que es una moto nueva diseñada para un nuevo segmento. Completamente diferente a los productos que nos tiene acostumbrados la marca, sin embargo conserva ese sabor neo retro. Tiene estilo y no va a pasar desapercibida en ninguna parte, no será raro encontrarlas en rutas de largo aliento ya que los usuarios no tendrán pretextos para salir de sus casas, ahora tendrán una Himalayan.
La nueva Himalayan es una moto perfecta para cualquier tipo de usuario, tiene un buen look, un motor suficiente, es cómoda y fácil de manejar, tiene el encanto aventurero de las motos trail y un precio muy competitivo que estoy seguro la volverán una campeona en ventas para la marca.