A solo 4 años de presentar la primera Scrambler de nueva generación, Ducati lleva a la máxima expresión su concepto heritage con la nueva 1100, una moto que hereda la estética de un ícono y adopta un poderoso motor para quienes buscan mayores prestaciones sin dejar de lado el estilo y personalidad de la serie.
Pensada como la serie de entrada al mundo Ducati, las Scrambler han sabido ganarse su lugar al mantener ese ADN deportivo de la marca, símbolo de estátus y exclusividad en motocicletas que heredan una imagen inspirada en un ícono del siglo pasado. Después de las 800 fue presentada la versión más pequeña, la Sixty2 y ahora, para quienes no estaban satisfechos con el nivel de deportividad, la marca de Borgo Panigale trae la versión 1100, una estética similar pero con mayor tecnología, seguridad, confort y prestaciones.
ESTÉTICA
Inspirada en la exitosa serie 800, la nueva Scrambler 1100 mantiene los rasgos definidos de la marca italiana. No crece mucho respecto a sus hermanas menores, mantiene el depósito en forma de lágrima con páneles en aluminio intercambiables, un asiento más ancho y confortable y dos escapes a ambos lados bajo la luz de stop. Los acabados han sido mejorados y el nivel de equipamiento también. Las formas son simples, minimalistas, prescindiendo de todo lo innecesario pero completamente funcional para el uso en diferentes terrenos ya que monta de serie la llantas Pirelli MT 60 RS que le dan ciertas capacidades doble propósito.
Se destaca la nueva óptica principal con sistema de iluminación DRL, de gran proyección e intensidad pero se queda un poco corta en carreteras de curvas al inclinar la moto, mientras tanto las direccionales y stop, equipan Leds. A pesar de ser una 1100, es una moto de talla baja, el asiento se ubica a 810 mm del suelo lo que la hace accesible para usuarios de cualquier tamaño y ahora el acompañante va bien sentado, con suficiente espacio y con unas asideras de sujeción discretamente ubicadas debajo del asiento para disfrutar una buena ruta con comodidad y seguridad.
MOTOR
El encargado de mover la nueva Scrambler 1100 es un motor bicilíndrico en L de 1070 centímetros cúbicos con culata de 2 válvulas por cilindro y distribución desmodrómica, con doble bujía para optimizar la combustión. Declara 86 caballos a 7500 rpm y un par motor de 88,4 Nm a 4750 rpm y como es normal ahora en los motores de la casa italiana, es de funcionamiento muy suave. La potencia se transmite a la rueda trasera mediante una caja de 6 velocidades equipada con embrague anti rebote.
EN MARCHA
A bordo de la Scrambler 1100 te acoplas rápidamente, sus dimensiones, ligeramente superiores a la 800, te ofrecen una posición más relajada con las piernas menos flexionadas y un asiento mucho más confortable ahora sí, para hacer largos viajes sin que te pase factura. En la ciudad es muy dócil y fácil de llevar, maniobrable y ágil en medio del tráfico y con una entega de potencia progresiva que gracias a sus modos de manejo, puedes ajustarla para reducir el consumo y hacerla más amigable al momento de abrir el acelerador. Equipa tres mapas, Journey, Active y City que intervienen en el control de tracción y ABS Bosh, que en esta Scrambler incluye asistencia en curvas. El acelerador es Ride by Wire y bajo el asiento se encuentra una toma de corriente USB para los dispositivos móviles.
La ruta elegida nos llevó por el páramo, una carretera secundaria, llena de curvas y con asfalto en buen estado, adornada por la escasa vegetación que crece en la zona y hermosos paisajes al iniciar el descenso para llegar al municipio de Choachí, Cundinamarca. El marco perfecto para que la Scrambler muestre de qué está hecha y precisamente aquí nos dejó ver su maniobrabilidad, que ya había sido comprobada en ciudad, pero que a medio y alto régimen es muy precisa para los cambios de dirección aportando un gran aplomo y seguridad, permitiéndonos dibujar la carretera como con un pincel. La rueda delantera es de 18 pulgadas y aún así se deja direccionar fácilmente. Uno de los tramos se encuentra sin asfalto, lo elegimos para comprobar las capacidades off road de nuestra invitada, donde se mueve bien, sin las pretensiones de una trail, pero con seguridad gracias también a la posibilidad de desactivar el ABS. Eso si, olvídate de la conducción de pie, el manillar queda muy bajo y no te permite una buena postura.
El motor no es un derroche de potencia, pero las prestaciones son suficientes para asegurar la diversión en cualquier escenario y llegando sin problema a superar los 200 km/h de velocidad real en autopista. El escape emite un sonido discreto, alineado con su apariencia simple que recrea las líneas clásicas del modelo en el que se inspira.
La Ducati Scrambler 1100 es un lienzo en blanco, una moto que permite muchas posibilidades de personalización para el usuario que busca la pureza de líneas pero a la vez la funcionalidad de una moto moderna.
GALERÍA