BMW Motorrad nos ofrece alternativas para la aventura, carretera y ciudad. Pero hay una serie que es capaz de tocar el corazón y hacernos perder la razón, del legado Heritage hoy traemos la más radical, la R1200 Nine T Racer.
Inspirándose en esas motos de carreras de los años 70s, BMW Motorrad dio vida a la cafe racer de serie más bonita del mercado, tomando como base la NineT pero ha sabido vestirla para la ocasión. Las motos retro o vintage están de moda, son tendencia en todo el mundo y marcas como BMW han sabido aprovechar ese momento para satisfacer la demanda de motos de estilo, esas que se compran con el corazón y no con la razón. Que hay motos más rápidas?, claro que si, más potentes, más cómodas y más prácticas. La NineT Racer no es útil para ciudad, carretera o circuito, pero es tan especial que a donde la lleves será el centro de atención.
BMW Motorrad es una de las marcas que mejor ha aprovechado la tendencia retro que se vive en esta época, y todo comenzó en su aniversario 90 que le dio vida a la primera NineT. De ahí se han derivado cinco versiones: NineT, NineT Pure, NineT Scrambler, Urban GS y NineT Racer, para todos los gustos y como es común en la marca, con un amplio portafolio de accesorios para personalizar. El éxito no ha hecho esperar y hoy en día es una de las series que más unidades pone en el mercado.
EL SECRETO DEL ÉXITO
Tomando como base el propulsor bóxer de 1170 cc de refrigeración mixta (aire / aceite), de apariencia robusta, buenas prestaciones y una estética particular, la marca ha sabido crear motos con gran personalidad y estilo, y un modelo inicial que permite múltiples modificaciones para llegar al abanico de opciones que tenemos disponibles hoy. 110 cv son más que suficientes para despertar emociones, desde el momento en que das arranque, el motor cobra vida con un singular movimiento que te despierta y que combinado con el sonido característico de este propulsor te da la sensación de tener gran poder en medio de las piernas. La simplicidad es otro de los argumentos, un modelo diseño minimalista y una mecánica simple, sin grandes aportes tecnológicos más allá de un sistema de frenos con ABS y control de tracción que aportan la seguridad necesaria para una conducción deportiva al mejor estilo del que vivieron nuestros abuelos.
ESTÉTICA
La gran diferencia entre este modelo y los demás de la serie NineT es el carenado, unas formas simples y redondeadas, un asiento monoplaza con colín y una farola redonda al frente, le dan un aspecto muy particular y que no puede negar su inspiración en la década que vio nacer a quien esto escribe. El depósito de generosas dimensiones aleja el manillar del piloto haciendo que la posición sea radical, prácticamente tumbado sobre la moto, con posapies atrasados y un timón bajo. Algo a que limita su uso a aquellos con pretensiones deportivas sobre los que buscan practicidad. La versión de serie es monoplaza, algo que a primera vista aleja a las acompañantes por lo que la decisión de compra debe tomarse en solitario, si vas acompañado seguramente saldrás con una GS. Pero BMW Motorrad en su portafolio de accesorios dispone del asiento biplaza para la NineT Racer, que permitirá rodadas con acompañante.
EN MARCHA
A mi gusto particular, la serie Heritage es de lo mejor que tiene BMW Motorrad, todas me gustan y en la NineT Racer he encontrado la moto de mis sueños. Una simple mirada hace que te enamores de ella, no solo la estética sino también esa acertada combinación de colores que hace honor a la serie deportiva de la marca. A bordo te sientes como un piloto profesional, te duele el cuello, la espalda y las muñecas, te preguntas, cómo hacen los pilotos de MotoGP para mantener una posición tan radical durante tanto tiempo a full gas?.
El ronroneo del motor bóxer siempre me ha gustado, en esta versión además de ronronear te hace vibrar, sobre todo al dar arranque o al cambiar de marcha con acelerador a fondo, esas sensaciones no tienen precio, inmediatamente dibujan una sonrisa en tu rostro y hacen que te olvides del dolor de cuello o muñecas. La aceleración es lineal y progresiva pero a la vez puede ser muy ruda si vas con el tacómetro cerca de la línea roja, suficiente para hacerte ver el cuentakilómetros por arriba de los 220 km/h sabiendo que aún hay más para dar. La protección aerodinámica a altas velocidades es poca, debes pegarte al depósito de combustible para lograr que la cúpula desvíe el golpe del viento sobre el casco. Por eso, pensamos que la carretera de curvas será el lugar donde la NineT Racer se sienta a gusto.
Antes de buscar ese escenario, decidimos hacer unas vueltas en circuito, el único disponible cerca a Bogotá para una moto de estas prestaciones. Sin más pilotos, solo para nosotros, gracias Autódromo de Tocancipá!, allí pudimos dar rienda suelta a nuestras emociones y llevar a fondo el propulsor de la NineT Racer. No es una moto para circuito, la disposición del motor hace que se sienta pesada en las curvas y que necesites de una buena técnica para cruzar con precisión, pero aquí a la vez se siente lo bien equilibrada en la parte ciclo, con un chasis que no genera movimientos extraños, rígido y estable y unas suspensiones y frenos que aportan toda la seguridad necesaria para ir a fondo y detenernos en el último momento sin problema. En la recta principal alcanzas a acercarte a los 200 km/h y bajar el ritmo lo necesario para entrar a la curva a la izquierda. De ahí en adelante es luchar contra el asfalto serpenteante e irregular en algunas zonas, que te obligan a ir muy pegado a la moto y no perder la concentración en ningún momento.
De vuelta a casa decidimos tomar una ruta mucho más larga pero más divertida, muchas curvas, asfalto en perfecto estado y hermosos paisajes. La NineT Racer te permite disfrutar la conducción, claro, teniendo en cuenta que la posición de manejo radical te causa algunas molestias y que los largos viajes no son su esencia. En cada sitio que te detienes te conviertes en el centro de atención, tanto para los conocedores como para los incautos transeúntes, la NineT Racer tiene un alto poder de atracción capaz de hacer sonreír al abuelo, al niño o al adulto.
La NineT Racer es una de las motos más especiales del mercado, capaz de despertar emociones y pese a no ser la mejor en ningún apartado, es el vehículo perfecto para la sala de un lujoso apartamento, para una vitrina de exposición o el garage de un coleccionista, la moto que todos quisiéramos tener.